Y si me los quedo…¿Qué pasaría?

La jornada de hoy ha sido un regalo. 20.000 pasos caminados y todos han merecido la pena.

Amanecimos y nos re encontramos para el desayuno y tal y como tenía marcado en agenda, marché a Brighton a visitar a los Tesoros de Loxdale. Por allí todo en orden. Mientras, en BEDES, se desarrollaban las clases de la mañana con normalidad.

Me pasa que cuando me ausento por unas horas del campus, llego con más fuerza.  Como si no los hubiera visto en días.

Y así, en la comida, empecé con la puesta al día y mi acompañamiento durante las actividades de la tarde. Los mosqueteros se sumaron a una actividad bien chula, relacionada con el balón, eso sí. Mientras Sarita se apuntaba a dibujo y allí la cacé a la pobre, recuperándose del cansancio acumulado en su torneo futbolero por Italia. Lo que tiene ser una campeona. Le he pedido por favor que el viernes juegue con los chicos. La tengo que ver en acción.

La cena nos dejó a todos como dragones. Una faltada el chilli, la pimienta o el condimiento que nos haría sentir la comida como si pasara fuego por nuestras gargantas. 🙂

Lo compensamos con un maravilloso café con leche que servidora disfrutó durante el encuentro con los Tesoros, con la puesta de sol de escenario. A nuestras conversaciones se sumaron niños de Turquía, Japón, China, Francia…esos momentos Kit Kat donde una pararía el tiempo. Los mosqueteros en su salsa, todos hablando en inglés, bromeando…interactuando sin barreras culturales ni lingüísticas…Casi me da un PUM.

Y si me los quedo…¿Qué pasaría?

Felices sueños desde Territorio Británico. Como perdices.