Primer día de la semana rodado
Toque de corneta a las 7.15 am. Preparados, listos, Ya!
Desde que engulléramos el desayuno a las 8.00am no hemos tenido tiempo ni de abanicarnos. Familiarizándonos con el entorno, los compis internacionales, los horarios, la comida…plena adaptación en toda regla. Y lo hemos hecho con una sonrisa bien grande.
Tras un desayuno copioso, directos a la Assembly con un Good Morning por todo lo alto. Test de nivel, tour orientativo por el campus y reunión informativa con normas, horarios, información general y sobre todo esos DOs and DON´Ts que empiezan a darnos una idea sobre la disciplina británica.
Mientras los Tesoros estaban en sus respectivas clases después de la comida, servidora aprovechó para escaparse a BEDES Eastbourne y visitarles de nuevo para actualizarse. Cada dos o tres años, le damos al tacón por cada uno de los centros que promocionamos. Es decir, siempre estamos como el baúl de la Piquer. Pepa Piquer, de ahora en adelante.
La tarde ofrecía sesión de tenis, natación, cooking, yoga o petanca de huevos. Nos inclinamos por el chapoteo y la pastelería. Y todos con energía en plancha para la cena donde nos hicimos con el stock de pollo con patatas de boniato pasando por alto las ensaladas y judías y asomando por alguna bandeja algún trozo de piña además de la repostería.
Nuestro Ricitos de Oro (Nacho) ya se integró en la comunidad internacional de tal manera, que no logré localizarle más que de paso. Lidia y Carmen como unidad independiente con otro sector europeo y la cuadrilla restante enrutada hacia la socialización multicultural a un ritmo más pausado. Todos, con el mensaje grabado en la frente de lo que hemos venido a hacer aqui.
Hoy pudimos saborear bien el humor británico. Esperábamos el cierre del día con una actividad de lectura. Se preveía según informaciones compartidas con los alumnos, que vendría una furgoneta con libros para regalar, adecuando previamente nuestros intereses intelectuales acorde a un test previo de personalidad. Y coló. Habría que ver sus caras.
Resultó que la noche se convirtió en un Survival Zombie.
Allí los dejé, correteando entorno al lago y la pradera mientras sorteaban los disparos de agua de los zombis para poder sobrevivir. Griterío, risas, carreras. En el momento que me utilizaron de escudo, supo servidora que tenía que alejarse de esta experiencia zombie o acabaría en el lago con su baúl.
Un día bonito. De disfrutar de sus sonrisas, su actitud positiva y alegría.
Mañana ya calentamos motores y vamos un poquito más allá. Cada día tomando impulso hacia la mejora continua.
Cerramos la jornada en positivo. Ilusionados.
Felices sueños desde territorio británico.
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