Londres a vista de pájaro
La capital británica nos recibió hoy con la alfombra roja.
Tocaba explorar la zona del South Bank con sus artistas callejeros, mercadillos de comida y de libros de segunda mano, tiendas de souvenirs. Todo ello, con unas vistas de postal entorno al Támesis.
Pero por si nuestras retinas no fueran a imprimir buenas perspectivas de la ciudad, el London Eye nos regaló unas panorámicas que difícilmente podremos borrar de la memoria.
Un día de sábado «de lo más corrientito». Como si nada. 🙂
Solo nos faltan dos cosas para superar con éxito el ecuador del campamento: comer como Dios manda e integrarnos con los internacionales en nuestro día a día más cotidiano. Para ser justos, a los chicos no los meteremos en el mismo saco.
Recalco diariamente la relevancia de abrirnos al mundo. La necesidad de desarrollar la empatía y ser capaces de ponernos en el sitio del otro. Internacionales que han llegado solos y que les resultaría glorioso que nos acercáramos a ellos para compartir amistad entorno al desayuno, comida y cena.
Oportunidades de tener amigos de otras culturas y de practicar nuestro inglés fuera del ámbito académico, no tiene acceso todo el mundo. Nuestra responsabilidad y compromiso individual, son necesarios para el éxito de esta propuesta educativa internacional.
Salgamos de nuestra zona de confort. Significará una manera justa de agradecer y valorar el esfuerzo que ustedes, queridos padres, están realizando para que nosotros disfrutemos de esta experiencia.
Y con esta autocrítica de observadora participante, cerramos la jornada de hoy.
Bien encauzados. A falta de ese último empujón que nos impulse a explorar y conocer cosas nuevas.
Felices sueños desde territorio británico
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