A la velocidad de la pólvora vamos ya
Amanecimos con un día típico inglés pero arrancamos nuestra segunda semana con fuerza.
Un desayuno apoteósico para superar ese ecuador del campamento sacando el máximo rendimiento. Re distribución de niveles, nuevas incorporaciones internacionales, clases rutinarias y una tarde de multiactividad a elegir entre natación, deportes británicos, tenis, pintura de paisajes y cooking. Nuestra tendencia mayoritaria fue el tenis, aunque la cosa quedó en pinpon por las inclemencias del tiempo. Al fin y al cabo, raqueta y pelota eran los elementos. Vicent lideró los deportes británicos.
Una jornada donde servidora aprovechó para zambullirse en el curso de La Liga Camps (Inglés con coaching en fútbol) y el de Zoología. Este último, un descubrimiento maravilloso. Y entre pito pito gorgorito, me dejé caer por la clase de Carla y Vicent. Muy chulo verlos in situ.
Un día de seguimiento por el campus que también me regaló media hora de conversación con Josep, reflexiones del campamento y de la vida en general.
Me volví a encontrar con alguno de ellos tras la cena. Entre los 200 alumnos y todos moviéndose como liebres, como me falten las gafas los confundo con los árboles. Así que asumo que estaban todos en la assembly de la noche, preparándose para una velada de Karaoke.
Porque el cierre iba de cánticos. Y qué desafinada está la cosa.
Felices sueños queridos padres. Tomando consciencia que son 4 días lo que nos quedan y hay que darlo todo.
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