Nuestra excursión a Londres ha salido bordada. Jamás pensé que podríamos sacarle a la jornada tanto partido. Si lo medimos por el cansancio con el que hemos regresado a Earlscliffe, entonces es cuando no nos hace falta ni tomar perspectiva.
Hemos combinado cultura, crucero por el Támesis y shopping. Alguien da más? El Fast Train de las 10.00 nos dejó puntual en St. Pancras Int. en menos de una hora. De ahí, metro al Natural History Museum. Los Dinosaurios nos esperaban. Ansiosos. Mientras yo me centraba en mis mosqueteros, en algunas salas me cruzaba con Miss Tere y el resto de Teenagers.
Tras dos horas viendo a nuestros antepasados, metro de nuevo y a Green Park, desde donde veríamos Buckingham Palace, tomaríamos unas fotos, pasaríamos por el Big Ben y tomaríamos un crucero hasta Greenwich. Han aguantado como jabatos. 🙂
Ya en el barco, hemos tenido 50 minutos para repostar y disfrutar de una perspectiva diferente de Londres. Lo sufiente para ponernos las pilas, tomar el metro en North Greenwich e ir directos a Strafford Shopping Center. Un centro comercial de unas dimensiones incalculables. Solo hemos tenido una hora y cuarto, me decían los tesoros….pero no se puede visitar la capital y solo ir de tiendas…les decía yo…
Aún así hemos exprimido el tiempo al máximo. Mr Enzo se ha comprado sus zapas nuevas que no ha tardado en estrenar, Mr gonzalo un equipito de chándal y Mss Tere ha picoteado también modelitos. Y entre tanto, a repostar a Starbucks.
Volvimos a tomar el Fast train de regreso. Agotados pero encantados de la vida. Y nada más llegar, en plancha nos hemos tirado a la cena. Seguimos sin entablar amistad con verduras y ensalada.
Cerramos el miércoles con peli y palomitas. En la casa de las chicas, muchas de ellas han optado por descansar en sus habitaciones. Nuestra Tere, que no se de donde saca la energía, está en plena sesión de cine.
La foto del día la he captado casualmente en el regreso. Me ha parecido entrañable. Nos dirigíamos hacia el tren y nuestro Enzito llevaba de la mano a Bilol, el niño de Uzbequistán de 9 años, el más pequeño del cole y que es muy querido por todos. Cuidándole. Porque en ésta experiencia de campamento, todos crecemos. 🙂
Con que los Tesoros estén la mitad de felices que lo estoy yo, me doy por satisfecha. Una maravilla poder vivir con ellos toda ésta suma de momentos.
Mañana retomamos la normalidad de las clases. TIC TAC TIC TAC…es la cuenta atrás. El tiempo se escapa de verdad. Empiezan a asomar las primeras pinceladas de melancolía.
Felices sueños desde Folkestone.
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