The Dream Team

YES!

Era necesario que me ausentara del campus esas 24h. Sin duda, lo único que faltaba para transformar en movimiento los esfuerzos y aprendizajes de nuestros Tesoros. Mi figura les daba esa seguridad que tenían que fabricar por ellos mismos. Y así fue. No hubo más remedio que fabricarla tras mi marcha.

Estic de pastisset de Boniato, queridos padres.

En este breve espacio de tiempo, aunque nos hemos añorado, han dado ese último saltito. Y lo mejor, se han ayudado unos a otros hasta igualarse en equilibrio, tranquilidad, alegría, confianza, sentido del humor. Las Teenagers, aunque unos pasos hacia adelante, siempre pendientes de los más rezagados. Se cuidan.

Qué sabor a progreso sentí nada más verlos.  Todo el Dream Team ya está con las pilas puestas. Al completo. 🙂

Estaban felices, con ganas de contar y compartir. Seguros. Nos reencontramos para la cena. Hice la digestión entre cucharada y cucharada. Con tanta novedad y risa, peligraba un corte de digestión. Tenían muchas cosas que contarme e irradiaban creatividad y luz. Mucha.

Esto no se ha conseguido en un día. Sino en la intensidad de una experiencia que dura ya casi una semana.

Servidora intuía que esto sucedería. Así que antes de mi última parada en campus, cargué suministros de chocolatinas, galletas ricas, yogures y todos los mimos que se me ocurrió coger de la estantería del supermercado local. Y como sino hubiera un mañana, cerramos la jornada premiándonos. A dos carrillos y con nuestra infalible infusión de Camomila, esas «hierbas mágicas» que cuando las tomemos en un futuro, nos trasladarán a los tiempos que estamos viviendo hoy.

Por primera vez desde que llegamos, voy a dormir a pierna suelta.

Felices sueños desde territorio británico. Estos ingleses no saben lo que les viene encima. 🙂