Lo que tiene la rutina, la suma de experiencias y la capacidad de aprender cosas nuevas. Vuestros hij@s son cómo esponjas. Ya van solos.

Amanecimos a horas diferentes. Mientras vuestros tesoros desayunaban y se incorporaban a las clases de inglés, decidí darme un homenaje por mis 4 semanas «Non Stop«, en territorio británico. Me desperté con la balada de las ovejas, no muy tarde, y caminé a nuestro pueblecito, Northiam, a por un desayuno inglés en un café con encanto que no me cansaría de visitar.

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Con una energía rebosante, me incorporé a la marcha de los chicos y sus actividades. Mientras Cris se apuntaba a sesión de piscina (no escarmienta!! 🙂 ), nuestro equipo de fútbol participó en el Netball (una especie de baloncesto) y luego, cómo no, fútbol.

La traza valenciana la dejamos a nuestro paso. Durante la sesión de Netball, trampas las hicimos todas…fueron descolgándose los extranjeros hasta quedarse solo los nuestros.

   DSCN2780  DSCN2784¿ Cabría la posibilidad de jugar algún día un poco más flojito?

Yo no sé si nuestro ímpetu es lo que les atemoriza. Una vez más, sucede lo que solo nos pasa a nosotros: lanzamiento de bola a lo bestia, y dónde cayó? en el gallinero. Espero que el ritmo cardiaco de las aves, haya vuelto a la normalidad.

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Durante la actividad de fútbol, variamos de especie. Encalamos la pelota en el campo de las ovejas. Casi me privan de mi «despertador natural«. Con la de hectáreas que tiene el colegio y siempre marcando la diferencia con nuestros lanzamientos. La fauna del lugar va a rejuvenecer tras nuestra marcha.

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En la jornada de hoy, he ido mucho de observadora. Y hay dos cosas que me han llamado la atención, pues son síntoma claro de nuestra adaptación.

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La primera, el cachondeo que se llevan enseñando a sus nuevos amigos, expresiones típicas castellanas. La segunda, las carreras que se dan cuando salen a los recreos y van a la cantina. Da igual la edad que tengan. Desde mi banco en el jardín, los observaba reír y correr. Qué maravilla.

Cerramos la jornada después de cenar con salida al parque de Northiam a realizar actividades al aire libre. Siempre hace ilusión explorar nuevos territorios.

Y aquí llega el broche del día: la clase de repaso de Rafa con los deberes que tiene que entregar en Earlscliffe antes de su incorporación académica. Tenemos toda una planificación semanal para cumplir objetivos. Todo un mérito después de la intensidad de nuestro día a día.

Resulta casi imposible no perder la concentración. La suya y la mía. En pleno repaso, en cuanto me descuidé, así me lo encontré. Le dije que ésto iba para el blog, y tuvo la cara de escribir esta nota.

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De la hora y media que nos hemos tirado juntos, efectivos habrá sido 50 minutos. Asumo mi culpa. A la mínima gracia o comentario espontáneo que suelta, estoy cuerpo a tierra desternillada de la risa. No me encuentro capacitada para hacer esta labor. La maternidad me ha pillado muy mayor. 🙂

Lo cierto es, que me lo paso bomba. Para qué nos vamos a engañar. Pero estos deberes los terminamos aunque regrese a Valencia con el pelo verde y la cara llena de arrugas de tanto reirme.

A las 21.30 hemos cerrado los libros, llegaba el resto de la cuadrilla y Rafa ha salido pitando. Por la ventana, concretamente.

Mañana tenemos excursión a Hastings y actividades en el campus. Seguro que recogemos nuevas anécdotas que contaros. Cuánto siento que no estéis aquí.

Os deseamos felices sueños desde la campiña inglesa.