Una educación para la vida
Desde hace 13 años servidora tuvo bien claro los beneficios colaterales de aprender un idioma en el extranjero. Hoy, nada más pisar territorio británico, empezamos a disfrutar de esa realidad por un verano más. Un regalo que nos brinda la vida.
Los Tesoros de Earlscliffe, Loxdale y BEDES, salieron esta mañana cargados de ilusión, expectativas, incertidumbre….hacia su viaje al extranjero. Una puesta a punto para todos. Los padres van a constatar la capacidad de aprendizaje de sus hijos y los Tesoros van a ganar en habilidades, confiar más en ellos mismos y verificar sus posibilidades ilimitadas de crecimiento.
La mejor herencia, sin duda. Que aprendan a desenvolverse, independizarse, abrirse al mundo y no tener miedo de experimentar lo nuevo. Que vayan aprendiendo a gestionarse, conocerse y tomar decisiones por ellos mismos. Prepararles para un futuro feliz porque sepan adaptarse a él.
El hilo conductor, el inglés. Para que no tengan nunca fronteras en ese crecimiento.
Combinando el seguimiento desde la distancia de los locos bajitos de Earlscliffe y Loxdale, viajamos con la remesa de los locos bajitos de BEDES. Mañana de despedidas, ji jis y ja jas nerviosos, con una actitud positiva y abierta.
Desde BEDES escribimos tras una jornada intensa, satisfactoria, ilusionante. Llegados al campus, check in, de cabeza a la cena, juegos de equipos, assembly y a la piltra.
Los Tesoros lo han hecho de diez. En éstos momentos, duermen todos a pierna suelta. Disfrutando de esta oportunidad en educación como el mejor legado.
Queridos padres, profundamente agradecida por dejarme participar en un tramo de travesía de vuestros hij@s, y contribuir en el diseño de esa brújula interior de cada uno de ellos.
Felices sueños desde territorio británico. Sobre todo, felices.
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