Empezamos a tomar consciencia de que ésto se acaba. Lo palpo en el ambiente, su agitación y una alegría especial. Esa alegría que genera la satisfacción de empezar a cerrar una etapa llena de logros. Estoy segura de que igual que le pasa a Servidora, se sienten orgullosos. Tres semanas de adaptación, superación y aprendizaje de la vida. Y todo ello, en el idioma que hemos venido a aprender: el inglés.
Desayuné con los Tesoros, alternando conversación con trastadas, y los dejé en sus clases de inglés y workshops. Todo rodado.
Empezó nuestro cuchipandeo en el momento de las actividades y deportes. Oh, sorpresa, Nachete, Diego, Elena y Anna, en manualidades. Hoy tocaba dibujo. Nos van a salir unos artistas de primera. Concentración no les faltaba. 🙂
Mientras, los Tritones , Luis, Little Grima, Fran y Alberto, se centraron en deportes acuáticos. Especialmente en el Waterpolo. Lo pasaron pipa.
A la hora de la cena, alternamos conversaciones con llamadas telefónicas a los padres. Tienen muuuuuuchas ganas de abrazaros y compartir directamente con vosotros sus aventuras de éstos días.
La jornada se cerró con fútbol para unos, y «music night» para otros. Me acerqué al campo primero para tomar algunas instantáneas. Cuando tengo la suerte de poder pillar algunos de éstos momentos…enloquezco. Y es que donde haya juego, inocencia y bromas, que se quite todo lo demás. Qué sano!
Y sus jaranas las comparten también con los internacionales. Les he dejado dándole al balón. Algunos como Little Grima y Ryan, descalzos. Así, como si nada.
De ahí me trasladé al Hall, donde la otra cuadrilla de Tesoros jugaban a la adivinanza de canciones. Estaban encantados de la vida. Y con ese ánimo he regresado a mi «chiringuito» a bloguearos.
Durante la tarde hemos estado debatiendo dónde queremos hacernos la «foto de familia«. Mañana tomaremos la decisión final. En equipo. Un sitio que sea especial para todos. Como lo ha sido éste campamento y cada uno de ellos. Porque todo tiene un significado.
Queridos padres, ahora sí…ya…la cuenta atrás. Haciendo balance final de ésta maravillosa inmersión en territorio británico. Todos con más confianza en sí mismos y sobre todo, mucha satisfacción personal.
Felices sueños desde una Inglaterra que se apagará tras nuestra marcha. De eso estamos seguros.
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