Unos que comienzan y otros que se van
Dicen que todas las inmersiones tienen un principio y un fin. Nosotros preferimos buscar la similitud con la rueda de aprendizaje. Porque al saber, no debemos de ponerle fin.
Mientras la rueda de nuestra inmersión ya ha girado para la mayoría, tenemos a nuestra Lolita de Badajoz que entrando en diferente momento, la empieza a girar a toda velocidad. Manejándonos cada uno en nuestros tiempos, todos apuntamos en la misma dirección con eje propio.
Plantada como una maceta esperaba servidora en la entrada del edificio principal para verlos llegar de su escapada de Londres. Blanquita llegó en el primer turno y el resto fué desfilando media hora después. Con sonrisas y compritas hechas en la capital, algunos de ellos pasaron por alto la cena y otros se centraron en engullir sus platos como sino hubiera un mañana.
Como la oca y tiro por que me toca, fuimos de mesa en mesa charlando con cada uno de los Tesoros. Algún repasito a la cuestión de puntualidad británica y otros temas, tuvimos que tratar. Compartimos como fué su jornada, y a poco tiempo dió mucho más. La velada se cerraría con tiempo de relax, pelis, palomitas y en nuestro caso, un zoom de última hora para no perder el contacto con nuestra querida España.
Mañana estaremos en el desayuno con ellos. Repasaremos alguna bandeja que otra. Disfrutaremos en sus clases y cómo no, en la sesión de debate semanal.
TIC TAC TIC TAC, la cuenta atrás. Como me decía nuestro querido Agus, no contemos. El final igual tiene que llegar. Disfrutemos lo que nos queda.
Gracias queridos padres por esta oportunidad brindada a los Tesoros. Con la perspectiva del tiempo saborearán de manera más consciente estas dos semanas de desarrollo personal y crecimiento, bajo el paraguas del verbo TO BE.
Agradecida de haberlos podido disfrutar aunque fuera solo con carácter semanal.
Felices sueños desde Folkestone. Los Tesoros a punto de coger su gusiluz y empiltrarse.
Deja tu comentario