Pruebas deportivas y de habilidad por equipos multiculturales
Me chifla esta actividad que, con gran éxito, organiza Earlscliffe en todos sus campamentos de Pascuas y Verano.
Tres ingredientes principales: competición, diversidad cultural, trabajo en equipo
El menú estaba servido. A estos componentes le añadimos el sentido del humor, las ganas de superar retos y la necesidad de sortear obstáculos lingüísticos para entenderse en tiempo y forma.
A través del juego, mantenemos y fomentamos habilidades adquiridas, nos desinhibimos dando rienda suelta a la espontaneidad e iniciativa, y desarrollamos lazos rompiendo cualquier barrera idiomática o cultural. Y todo eso, lo hacemos esquivando globos de agua, cargando huevos o haciendo carreras por parejas evitando obstáculos. Y es que para bien o para mal, la actitud y el aprendizaje, es algo contagioso. En este caso, todo un triunfo. Si lo hacen profesionales de grandes empresas como parte de su desarrollo en habilidades directivas, ¿Por qué no empezar nosotros en edad temprana?
Imagino que tras una jornada intensa de clases y un sol con temperaturas caribeñas, la actividad se hizo más apetecible si acaso. Y como nos va la marcha, cerramos el día de hoy con una escapada a la bolera. A continuar interactuando y disfrutando de un aprendizaje que empezaremos a estimar cuando hayamos abandonado esta isla.
Ya tendremos tiempo de tomar perspectiva. Mientras tanto, exprimiendo el presente. Sin perder de vista el aprovechamiento que tenemos que hacer de esta experiencia británica.
Felices sueños desde Folkestone. En Londres, preparando la alfombra roja para la llegada de nuestros Tesoros mañana.
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