Lluvia de verano para ir cerrando la semana
Con paraguas y bajo una lluvia pesada, llegó servidora al campus para la hora de la cena.
Fue un encuentro con los Tesoros llamaría….combinado. Combinado porque la alegría de verlos y que me contaran, se conjugó para mi disgusto con un baile de móviles, relajándonos totalmente al respecto con esas restricciones acordadas previas a nuestra escapada. Y cuando uno utiliza el móvil, ya sabemos. Se aisla del entorno internacional y lo que mejora es su nivel de castellano. Por no decir que las habilidades sociales quedan aparcadas como una moto de segunda mano.
Por tanto, haciendo alusión a la resiliencia que mencionábamos ayer en nuestro post, volvimos a la carga con el compromiso y el recordatorio de que hasta el final, no hay que dejar puntada sin hilo. Móviles aparcados. No se hable más. Mezclarnos con los internacionales. No es negociable otra opción.
Aparcado el sermón educativo y con la confianza de que pondrán la capacidad de autocrítica en práctica, compartiremos con ustedes, queridos padres, que el trío Josep, Veva y Naiara están ya más sanos que una manzana. El team al completo en plenas capacidades para darlo todo. Con responsabilidad y compromiso.
La tarde de hoy la centraron en voléibol dentro del pabellón cubierto y tras una cena espectacular de lasaña con verduras y ensalada, cerramos la jornada con un juego en la sala de la Assembly tipo de adivinanzas. Hoy la verdad, solo apetecía que recogerse.
El campus permanece tranquilo. Todos en sus residencias. Hoy nos iremos a dormir con la reflexión a cuestas.
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