Practicando un inglés de altura
Toque de corneta a las 6.30 am. A partir de ahí, todo un día a la carrera.
Breakfast, asalto al bus que llevaría a todo Earlscliffe a Thorpe Park, y pies para que os quiero. A recorrer todo el parque de atracciones sin pasar por alto ni el tiro al pato. Toda una jornada para desatar esa adrenalina que llevan nuestros teenagers.
No news good news. Mientras tanto, servidora homenajeándose un Brunch en el casco antiguo de Folkestone. Estudiaba en el jardín al sol y pensaba en ellos. Qué buen día les había salido. Ya tenía ganas de que me contaran.
La ausencia es muy sana. Ejerce de imán en los re encuentros.
Nos volvimos a ver para la cena. Llegaban con un tono cangrejo, con sus sonrisas, reventados todos y algunos, oliendo a troglodita. Sobre todo cuando se quitó la zapatilla. Casi tenemos muerte súbita de la escribiente.
Compartimos nuestro día, risas y aventuras. Qué buen momento.
Con los estómagos llenos, cada uno marchó a sus casas para participar en el tradicional «hunting egg» pascuero. Y para aquellos que todavía les quedaba energía, juegos de Wii, ping pon, ajedrez..cerrando así, un domingo de traca.
Una semana ya en Inglaterra. Adaptados, aprendiendo y mejorando cada día.
Felices sueños queridos padres. Gracias por esta oportunidad que brindáis a los Tesoros. Y a servidora.
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