Como Pedro por su casa
Tan solo es martes y parece que llevemos aquí, toda una vida.
El sentido de pertenencia a la comunidad lo genera la intensidad de la convivencia, el compartir mesa, trabajos de clase, actividades de ocio, el vivir bajo el mismo techo. Esa sensación de hogar, de pertenencia a Earlscliffe, lleva modo ON desde que aterrizamos. Aumentando por momentos.
La jornada se presentó con amenaza de lluvia que resultó quedarse en conato. Seguimos con temperaturas primaverales, disfrutando de nuestros paseos entre la escuela, el comedor y las residencias. Una rutina ya aprendida, con horarios interiorizados y adquiriendo por momentos, seguridad en nuestro quehacer diario.
La novedad de la jornada fue sin duda la presentación de la Directora explicando todos los detalles de la excursión de mañana, y a continuación, la tarde de multiactividad. Manualidades, fotografía, fútbol, juegos de mesa y baile, fue nuestra parrilla de actividades.
Adivina adivinanza. Jorge, Godnit y Oscar, le dieron al balón como sino hubiera un mañana, mientras una Leila meditativa se relajaba con manualidades en el parque del colegio, acompañada de los trinos de colibris, aves de jardín, mirlos y vete tu a saber. Servidora se hubiera quedado allí. La atmósfera de cánticos atrapaba a cualquiera.
Unos y otros, todos disfrutaron. Nos volvimos a ver para la cena, justo antes de que marcharan para la noche en la bolera. Todavía están haciendo plenos y afinando lanzamientos.
Mañana nos espera una visita a la capital Londinense. Están desplegando la alfombra roja para nuestra llegada.
Viento en popa a toda vela. Felices sueños desde territorio británico.
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