Unos Tesoros de 10
Regresar a Earlscliffe, encontrarme con los Tesoros y pensar…me ha tocado la Lotería.
Con esa sensación de regalo anduve todo el día.
Llegué justo para la hora de la comida y fueron desfilando. Primero Mario, luego Daniela, María y Víctor, Álvaro..por último Lola y Claudia medio agazapadas de pensar que ya les tocaba uno de mis abrazos. Todos miraban. 🙂
Menudo ramillete de Tesoros.
Mi primera sensación fue lo felices que les sentí. Adaptados, resueltos y entre risas. Mi inmersión académica con ellos en el Debate de a UNESCO, re confirmó mis pensamientos. Álvaro, veterano en éstos debates, llevó la voz cantante sobre la Robotización en el mundo, su impacto económico y social y la necesidad o no de regularlo o dejar su implementación y desarrollo sin límites ni control.
Mientras argumentaban y defendían sus puntos de vista, Súper Víctor se centraba en su Mini MBA, un nuevo reto por delante que sin duda superará con creces. Se con certeza que va a serle útil de por vida.
La tarde nos ofreció un montón de planes, si bien unos optaron por una escapada a Folkestone y otros, los de vena artista o simplemente convoyados a una nueva aventura, se sumaron a los ensayos para el Talent show de la noche.
Si queridos padres. Ahí estaba Álvaro con micrófono en mano y guitarra marcándose un solo, y Víctor y su cuchipandi deleitándonos con un Dancing que le quitó el hipo a servidora. Porque nunca me esperaba verlo en un escenario y porque tampoco me esperaba que saltara del escenario para sacarme a bailar con ellos. NUNCA. La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida.
Y como sin participación no hay compromiso, me sumé a la movida bailarina. Disfrutando del momento. Como una perdiz.
Una jornada que se ha escapado en un abrir y cerrar de ojos. Me despedía del último recordándoles que mañana hemos de coincidir todos para el «nice picture». Nos veremos en el desayuno, y estiraré los minutos que me queden con ellos.
Earlscliffe, «The Best in the World». Como mis Tesoros.
Felices sueños teñidos de cierta melancolía. Ojalá pudiera parar el tiempo aquí.
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