Con el chu cu chú del tren
Amanecer un domingo en Pangbourne significa poder retozar hasta más allá de las 10.00 am y conforme nos levantamos, desayunar tranquilamente en nuestra cocina de la residencia. Tostadas con mermelada o Nutela, leche, cornflakes, fruta…. El día, a partir de ahí, fluyó a ritmo dominguero. Sin horario ni calendario…por decir algo.
La excursión opcional a Reading sacó del campus a Helena, Pablo y Alex. Asier decidió acoplarse a las actividades organizadas para los que prefirieron quedarse. Así hacia las 13.00 salieron paseando hacia la estación de tren de Pangbourne y en dos paradas, Reading les devolvía de repente a plena civilización.
De la campiña inglesa, al mundo cosmopolitano. Menudo salto.
Una escapada de un par de horas para ir a picotear diferente gastronomía del buffet del campus (los picnics los dejaron aparcados) y dotorear algunas tiendas locales y del centro comercial. Hasta realizaron una parada en un piano público y le dieron a la tecla. No se si el Sol o el Fa. Pero le dieron. 🙂
Con el chu cu chú del tren, regresaron a Pangbourne. La parte del trayecto caminado, algo espectacular por su grandiosa naturaleza.
Han finalizado la noche con una Búsqueda del Tesoro. Muchos escondites ofrece el campus, pero desde luego lo que bien sabemos, es que los Tesoros son MADE IN SPAIN.
Felices sueños desde territorio británico.
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