Debatir para ser más críticos

Estoy recientemente leyendo varios libros sobre el arte de pensar. Y es que este tema, me desata cada vez más.

Nuestros jóvenes en su mayoría, reciben una educación memorística, enfocada a las evaluaciones y resultados, con contenidos compartimentados y poco cuestionamiento en general. El pensamiento crítico debería de ser una habilidad transversal no solo en el terreno académico sino en todas nuestras áreas de la vida.

Hoy, pasado el ecuador de nuestra primera semana, celebrábamos nuestro DEBATE de la UNESCO. La temática sacada a palestra versaba sobre un análisis de la situación actual del Turismo, valorar a favor o en contra su impacto global desde la perspectiva económica, social y medioambiental.

Manos a la obra. Me contaba nuestro peladilla rubio que el había, junto con su dibujo hecho a mano, aportado su experiencia en Australia como ejemplo para la exposición de su equipo. Eric era el portavoz. Como madre de la Pantoja, servidora con bolso cruzado escuchaba atentamente. En otra sala, nuestro otro Newman, listo para debutar. El resto de Tesoros como observadores participantes.

Investigar, analizar información, poner ideas en común, exponer en público, escuchar activamente otros puntos de vista, defender posturas con argumentos consolidados pero abiertos y flexibles…de eso se trataba hoy.

Algo de aprendizaje se les ha tenido que quedar porque por primera vez, nuestro Martin TIN TIN me cuestionaba las limitaciones de móviles a los juniors. Mi respuesta a ese «abrimos debate», fue un achuchón como sino hubiera un mañana. Hay momentos en que servidora no tiene ni pensamiento.

El uso de la razón quedó aparcado como  una moto de segunda mano, para ir de shopping al centro de Folkestone. Había que despejarse. Las rachas de viento, la lluvia y unas temperaturas de 8 grados, nos pusieron a tono pero no impidieron la marcha de frente hacia la city. Todos activados, regresamos para la cena cerrando la noche con un CASINO night que ni en los mejores tiempos de Casablanca.

Y entre tanto, servidora robó unos posados a nuestros mosqueteros. Están y son, irresistibles.

Aquí los días nos los comemos como churros. Viento en popa a toda vela.

Dulces sueños desde territorio británico. No hay quien nos pare.