Orgullosa de nuestro ramillete de Tesoros
Maravillosos de principio a fin
Y llegó su fin.
Dos semanas intensas de convivencia y aprendizaje en un ambiente internacional en territorio británico. Dos semanas donde hemos mejorado no solo nuestro inglés, sino competencias sociales tan importantes como la gestión del cambio, adaptación, apertura y mayor confianza en nosotros mismos. Dos semanas de inmersión cultural y disfrute.
Con broche de Oro. Si.
Con ésta sensación gestándose desde el principio de la jornada, fuimos a desayunar ésta mañana. Nuestros Tesoros terminarían de preparar sus proyectos para las presentaciones de la tarde. Realicé alguna incursión en las clases para saborear de forma individualizada los progresos.
Y fueron desfilando.
Sentada en la primera fila como la madre de la Pantoja, cámara en mano, traté de inmortalizar los diferentes reconocimientos a la mejor clase (Valeria y Laura!), o al aprendizaje más puntero en materia de vocabulario (Gabriel y Sofía!). Presentaron sus proyectos todos en materia de debate, periodismo o medios de comunicación social.
Orgullosa. Orgullosa de todos ellos.
Estaban felices. Han participado activamente con un denominador común en todos ellos: la alegría
No hay nada más gratificante que sentirse merecedor de los buenos resultados. Y tras la recogida de nuestros reconocimientos y diplomas, nos fuimos a acicalarnos para después de la cena, ir a celebrarlo con una Disco dancing de despedida.
Y como se que mis Tesoros me leen, no cerraré éste post sin compartir mi suerte de haberlos acompañado en ésta travesía. Ese es mi premio.
Agradecida por tanto.
Id abriendo los brazos queridos padres, que mañana llegamos.
Felices sueños desde territorio británico. Teñidos de nostalgia.
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