Desde una perspectiva consciente
Adaptarse al cambio nos permite avanzar. Esa fase de aclimatación ya la hemos superado. Y sin demasiados esfuerzos, la verdad. Porque determinadas cualidades, las llevamos de serie.
Unos el idioma, otros la positividad y la supervivencia, otros la seguridad de lo ya conocido. Y todos a la una, aclimatándonos para coger impulso.
Ahora toca apretar. Apretar desde la consciencia de lo que hemos venido a hacer aquí. Junto con el aprendizaje del inglés, toca integrarse con los internacionales, poner en práctica nuestras habilidades sociales, la empatía, repasar nuestros objetivos personales aquellos que ya los tienen elaborados y puestos en marcha y para quienes todavía no, valorar esta oportunidad de crecer o dejarla pasar. Responsabilizándonos sobre nuestras decisiones.
Y con todos estos deberes, una jornada soleada nos acompañó de principio a fin. Nuestras clases de la mañana fueron viento en popa a toda vela, la actividad futbolera de la tarde con jugadas, faltas y goles del calibre de los de Primera División, y un remate de día en la bolera donde los bolos quedarían mirando para poniente.
Mientras servidora escribe estas breves palabras, los Tesoros ponen la mirada en el día de mañana. Soñando están con la Capital Británica.
Me comentan altas esferas que están preparando ya la alfombra roja para nuestra llegada.
Felices sueños desde un Folkestone con las pilas puestas.
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