Un desfile de moda de rompe y rasga

Si empezamos a contar por el final, hay que sacar la traca. El desfile de moda con elementos reciclados se mereció una tirada de cohetes.

Creatividad, trabajo en equipo con las discusiones pertinentes, reajuste para una participación equilibrada, improvisación e iniciativa. Detrás de cada confección de moda, hubo un poco de todo eso.

La actividad de la noche fue sin duda un reflejo de cómo estamos funcionando por aquí. Porque no nos estamos perdiendo una. También para reconsiderar ese espacio para la mejora. Pero como se corrige en privado, no dejaremos rastro a éste respecto en el post de hoy.

Arrancamos nuestra segunda semana de campamento con la compañía de un sol y temperaturas primaverales, reubicación de clases y sesión de natación o manualidades por la tarde. Mientras, servidora le daba al tacón por Brighton para visitar a otras Tesorinas y hacer prospección a una escuela divina para adultos y jóvenes profesionales que teníamos fichada de hacía tiempo.

Una cena de huevos fritos con patatas y beicon, o pasta de champiñones con verduras varias y ensaladas diversas y de remate helado, fruta y gelatina. Nos vamos acoplando al paladar británico.

Nos encontramos en ese punto de inflexión. Donde hay que apretar.  Que lo que ya nos resulta familiar porque lo hemos superado, sirva de palanca hacia la mejora continua. Quedarse acomodado es retroceder. Frenar el avance impidiendo que asomen nuevas oportunidades de crecimiento.

Si somos de 10, ¿por qué conformarnos con menos? 

Felices sueños desde la Campiña Británica. Hacia la mejora contínua con grandes zancadas. Nos miren o no nos miren.

Contácta

¿Tienes alguna pregunta?

No dudes en consultarme a través del formulario o por teléfono
Contácta