Con vientos huracanados y chaparrones

Toque de corneta a las 7.00 am. Desayunos en las respectivas residencias  y listos para embarcar en los buses que les llevarían a Londres a las 8.20 am.

Lluvia, viento y algo de sol, alternándose durante la jornada de hoy. Lidiando con el cambio climático mientras circulaban por el centro de la capital británica, se subían a un London Eye casi zarandeado en los 4 puntos cardiales y seguían ruta sendera hasta llegar a Covent Garden donde en cuchipandi de tres y a tiempos controlados, tuvieron sus momentos de independencia y libertad.

Libertad para gestionar la compra de pintalabios, buscar un pantalón largo para devolver el prestado, engullir hamburguesas o simplemente dotorear.

Mientras, en BEDES, trabajábamos con un día de sol si bien cercanos ya al regreso de los tesoros, nos trajeron lluvia copiosa y vientos circumpolares.

No llegaron hasta las 19.15 al campus. Y ahí, cual madre de la Pantoja, plantados como un árbol más, estuvimos esperando su llegada con los brazos abiertos.

Una ilusión verlos llegar. Derrengados, pero contentos de la escapada.

Se tiraron en plancha a la cena. Ya no los volví a ver. Tiempo de relax en las casas, de fútbol compartido en la tele o de preparativos para la excursión próxima del día de mañana.

Esto va rápido queridos padres. Muy rápido.

Felices sueños desde la campiña británica. Luces apagadas.

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