El valor de las inmersiones lingüísticas

¿Para qué vamos a Inglaterra? A todos nos resuena haber trabajado juntos este interrogante, desde la teoría, el sentido común y la perspectiva del razonamiento.

Hoy lo hemos hecho desde la propia vivencia. Hemos materializado uno de los para qué(s) más importantes: puesta en práctica de LA EMPATÍA Y LA INTEGRACIÓN. Dos valores que superan con creces el aprendizaje del idioma visto de manera aislada y sin valorar su alcance a nivel holístico.

Nuestras 4 mosqueteras supieron estar a la altura de las circunstancias. Hoy adquirimos una MIRADA AMPLIA.

Les contaré, queridos padres: sucedió en el día de hoy, que supimos integrar en nuestro círculo de relaciones,  a la compañera de habitación de Luna. Una nena ucraniana, con una mochila cargada de nostalgia y quien sabe qué más. Supimos qué, mientras a nosotros nos llevó dos horas de trayecto llegar a Inglaterra en avión, a esta nena y su mini grupo, le llevó 3 jornadas completas en tren porque daba la casualidad que donde vive, en Kiev, están en guerra, los aeropuertos cerrados y su vida, otra muy diferente a la nuestra. Las sirenas, bombardeos y pernoctaciones a cubierto en los túneles del metro, son su día a día.

La alegría de hoy ha sido sin duda ver cómo sus sentimientos de querer volver a casa con su madre, viajaron a un querer permanecer en este campamento y conseguir disfrutar de unos días de inmersión. Ese gesto de nuestras mosqueteras, cuánta transformación ha traído. A todos. Porque cuanto más uno pone, más recibe.

Cuando veo estas escenas cargadas de valor, me pongo los certificados del Cambridge de montera. Tal cual.

Adquirir una mirada amplia, genuina, auténtica, entrar en acción para construir un entorno mejor, eso es lo que marca la diferencia. Solo si aprendemos inglés bajo estos parámetros de cambio y transformación, es cuando entra en juego nuestra mejora continua y desarrollo personal.

Aprendiendo inglés dejando nuestra huella.

Combinamos la jornada con continuos encuentros entre nosotros, visitas sorpresa a mi «oficina», revisión de bandejas chequeando comidas y abrazos y más abrazos.

Un GRAN día de aprendizaje para todos.

Nuestros Tesoros regresan ahora de la bolera. Lo habrán lanzado todo. Hasta las mochilas. Lo veo, lo veo.

Felices sueños queridos padres. Hoy ha sido un día bonito

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