Un regalo coincidir

Mi visita semanal a Earlscliffe es mera excusa para cargar baterías. Aquí no hay nada qué supervisar. Van solos. A lo grande.

Mis conversaciones previas con la Directora y parte del staff, ya me avanzan lo maravillosos que son. Y servidora, celosa de no poder participar de ese regalo de Tesoros en su rutina diaria, se cruzó hoy el bolso y con un taxi y tres trenes, nos plantamos en el meollo como si nada.

Así, con el bolso atravesado les esperaba esta tarde en el umbral del colegio, mientras llegaban de su excursión a la capital londinense. Achuchones para mis cuatro y algún otro que sin ser del ramillete, me ha cogido cariño de tanta visita, acoplándose al mini grupo en condición de adoptado.

Una primera toma de contacto porque mañana será cuando realmente pase tiempo con ellos en sus clases y en el debate. Pero suficiente para regresar espitolada a mi residencia y escribirles unas líneas llenas de energía, alegría, satisfacción.

Todos como peces en el agua. Integrados a full. Ese tándem actitud+ oportunidad, que los está proyectando al infinito.

Felices sueños desde un Folkestone FELIZ. Nunca mejor dicho.