¿Qué fueron de esas fotos?
Como si pasara un tren.
Así de atentos estuvieron los Tesoros cuando por escrito, hablado y con señales de humo, les dije que se hicieran fotos en su incursión a la capital británica. Por tanto, se tienen que creer ustedes, queridos padres, a fe ciega, lo que les cuente por aquí hoy. Porque evidencia no hay más que la foto de familia que hizo Jason, el Social Manager y uno de mis mejores tentáculos aquí, en Earlscliffe. 🙂
El caso es que se pegaron un buen madrugón. Escuchaba yo los portazos desde mi habitación. Por entonces no me imaginaba el vacío que dejarían tras su marcha. El colegio sin ellos, no tenía esencia.
El plan Londinense era chulísimo: British Museum y compras por Oxford Street. Y todos los desplazamientos, en transporte público. Para aprender a circular prestando atención y no «mirando para poniente» como van los pelotones de turistas bajando de los autobuses.
Mis radares Earlscliffnianos me contaban la intensidad del día, las grandes aglomeraciones y el no parar de la jornada. Regresados ya al colegio, les hice el tercer grado a quienes se dejaron. 🙂 Todos contentos, con sonrisas y la mayoría de ellos, con sus primeras compritas.
Cenamos a diferentes ritmos, fui robando todos los posados y conversaciones que pude, y ahí los dejé, en sus casas, con plan de palomitas y sesión de cine.
Estamos en nuestro ecuador de la primera semana. Quien lo diría.
Felices sueños desde Folkestone. Un día bien aprovechado.
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