Algunas costumbres se rebelan

Eso es lo que pensé cuando recibí correspondencia de mi amiga Irene.

El correo postal, ese medio tradicional para mantenernos en contacto y normalmente asociado a estancias fuera de casa y experiencias de viaje. Curioso cuando pensamos en el confinamiento actual donde toda Europa y medio mundo, ha cerrado sus fronteras a la circulación.

Y es que permanecemos en nuestras casas, pero algunas costumbres se rebelan.

La postal, uno de los objetos cotidianos casi desaparecidos y sustituido por videoconferencias y correspondencia digital. Esa bocanada de aire fresco a los medios tecnológicos actuales. Una manera de hacernos llegar dónde os encontráis y preguntarnos cómo estamos.

Cientos de ellas escribí y recibí durante mi etapa en el extranjero, y que hoy guardo como oro en paño. Esa distancia que sentimos cercana mientras estamos sumergidos en el proceso de escritura, envío, recepción…y leemos una y otra vez. Tan lejos de la inmediatez actual y de lo efímero.

Sí. Que permanezcan las buenas costumbres. Y los viajes. Para poder seguir compartiendo.

Y tú, ¿Cómo estás?

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