Así ha sido. Literal.

El simulacro de incendio ha disparado la sirena a las 06.40 am. Sin piedad. 

A partir de ahí, a la velocidad de la luz hemos funcionado durante todo el día. Servidora se preguntaba si había alguna cámara oculta por el campus. 🙂

A la marcheta normal de nuestro horario, ya de por si intenso, se ha sumado los primeros síntomas gripales de tres de nuestros mosqueteros. El clima cambia aquí por horas, queremos lucir camisetas nuevas, y en cuanto nos descuidamos, ZAS, ya lo hemos agarrado. Y así, de buena mañana, tenía a Nachete y Fran a mi vera, recuperándose mientras yo le daba a la tecla. Como dos marqueses, viendo la tele y luego a pierna suelta hasta la hora de comer.

Mientras tanto el pionero de la movida gripal, Little Grima, se recuperaba a pasos agigantados.

Después de la comida, les he mandado a todos al Workshop y de ahí, a las actividades de la tarde. Sin ningún tipo de fiebre, a darle al tacón. Pero con mesura.

Las actividades de la tarde eran fútbol, manualidades, tenis o rugby. Super Sarah fue a tenis, Anna y Elena a manualidades y el resto a fútbol. Apunté a los tres mosqueteros griposos a manualidades pero me esquivaron mejor que las culebras. Así que los senté en banquillo de ayudantes fotógrafos.

Y como la jornada ha ido de viajes con termómetros por el campus, aproveché para ir fotografiándoles cuando se cruzaban en mi camino. 

Hemos cerrado la jornada de hoy lunes con un Karaoke. Sarah se desató a cantar. Estaba emocionada cuando entré recién terminada su actuación. 

Cerramos la jornada con muchas lecciones aprendidas. Ya sabemos que los conjuntos veraniegos los dejamos para cuando regresemos a nuestro cálido mediterráneo.

Felices sueños, queridos padres. Mañana seguro, volveremos a estar en nuestros máximos.

Pepa Ferrer- Asesora de IDIOMAS en el extranjero