Viernes. Un día importante. Cerramos nuestra primera semana académica. Y lo hicimos al ritmo chachachá.
Los Tesoros, conocedores de su rutina diaria, fueron a sus clases tras un fuerte desayuno. Mientras, servidora, regresaba en el tren esperando encontrarse con ellos a la hora de la comida. Y ahí estaban. Haciendo cuchipandi, unos más que otros, con los amigos internacionales. 🙂
Las clases de la tarde se focalizan en la gestión por proyectos. Tuvieron sus presentaciones y también realizaron un test de evaluación, para valorar los progresos lingüísticos.
La tarde se bordó con tenis y criquet. Aproveché para mantener una pequeña reunión con los Tesoros y recordarles la importancia de la inmersión e integración con todos los niños del campus. Por cada sermón que doy, me crece un mechón verde. Espero que solo se quede en eso, en un mechón. 🙂
La cena de hoy era especial. Barbacoa en el jardín (jardín o barbaridad de campiña inglesa?). Ya iban todos «mudados» preparados para la Disco Night. El ambiente se tastaba.
Y como cierre académico de la primera semana, se repartieron los «Awards» referidos a todas las áreas de aprendizaje y comportamiento.
Previo a nuestro chachachá del cierre de día de hoy, tuvimos «la caza del tesoro» por el campus. Unos y otros correteaban por el colegio buscando pistas.
Ni un ápice de energía desperdiciaron. Lo guardaron todo para la disco. Cuando servidora llegó a lo que se asemejaba un seismo, se transportó a nuestra mejor época de Distrito 10 o Pachá de Valencia. Para qué contaros! Mirad queridos padres y valorad vosotros mismos. Brutal verlos meneando el esqueleto, riendo, compartiendo complicidad. Entonces me dí cuenta que mis conocimientos de baile quedaron allá, en los años 80. Esto es otra cosa. Son casi profesionales.
Se fueron a la cama con la música en el cuerpo. Felices. Me cruzaba por el campus a un Víctor que gritaba «Good Night Pepaaaa». Su entusiasmo, la evolución desde nuestra llegada…es la parte tangible de los beneficios que reporta una estancia en el extranjero. Lo que intento transmirles la primera vez que me entrevisto con ellos. Pero tienen que vivirlo.
Queridos padres, vamos a cerrar el día con una sonrisa. Qué divina nuestra Daniela. Por dentro y por fuera.
Los Tesoros duermen. Luces apagadas. Felices sueños desde una Inglaterra más alegre desde que llegamos nosotros.
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